Este procedimiento consiste en eliminar el exceso de piel (arrugas) de la cara y el cuello, a la vez que se reposicionan las distintas estructuras musculares, tendinosas y adiposas, para dar al rostro una apariencia fresca y juvenil.
Se consigue mejorar el contorno facial, reposición de las estructuras del tercio medio de la cara (pómulos, mejillas), mejoría de las líneas de expresión (disminuir los surcos nasogenianos y de marioneta), reposición de la piel y estructuras de soporte del cuello, definir el borde mandibular; estructuras que han descendido por causa del envejecimiento.
Su realización tiene una duración promedio de 4 horas y suele combinarse con otros procedimientos de rejuvenecimiento facial como la blefaroplastia, la frontoplastia endoscópica, mentoplastia, entre otros, con la finalidad de lograr un rejuvenecimiento integral y generalizado del rostro.
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