Durante el proceso de envejecimiento se presenta reabsorción de la grasa en múltiples regiones faciales, lo que produce perdida de volumen y de proyección en áreas como los pómulos y los labios, a la vez que se hacen más notorias las líneas de expresión facial especialmente a nivel de los surcos nasoyugal y nasogeniano. Los injertos grasos faciales permiten rellenar arrugas profundas y dar volumen a esas zonas de la cara que lo requieren.
Es un tratamiento muy sencillo y de corta duración, entre 30 – 60 minutos. Por una pequeña incisión se extrae un poco de la grasa del paciente (que puede ser obtenida de múltiple sitios corporales); ésta se somete a un tratamiento de decantación o centrifugación y posteriormente se inyecta en el área a tratar.
Es importante destacar que por el hecho de utilizar como material de relleno la misma grasa del paciente, no existe la posibilidad de rechazo.
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